Las sensaciones del sábado por la mañana, antes de tomar la salida de este
I Raid Reino de Granada, eran, cuando menos, especiales. Desgraciadamente no
estamos acostumbrados a correr en nuestros montes, ni siquiera cerca, así que
eso de salir de la casa de uno, por separado, y juntarte con los compañeros de
equipo llegando ya vestido, tiene su gracia. Igualmente, sabíamos que por donde
quiera que la carrera nos llevase, los caminos, las pendientes y los bosques
nos serían muy familiares, pues no son sino nuestro campo de entrenamiento.

A las 9 en punto tomamos la salida, un score urbano a un ritmo infernal por
las empinadas calles de Huétor Vega, donde quedaron bien visibles los equipos
que habían venido a disputar sin concesiones la carrera. Fuimos prácticamente
todo el trazado juntos, entre amigos, pareciéndose aquello más a una carrera de
montaña: Javi Wago y Jose, del equipo Where’s the baliza, que junto con Dioni
se proclamaron vencedores en categoría Aventura; y por supuesto Raúl, David y
Ángel, el equipazo TriRaid Team, con el que nos mediríamos intensamente durante
toda la carrera. Así pues, llegamos a la transición primera los ocho “galgos” a
escasos segundos de diferencia.
Desde aquí, se inició una sección de trekking de montaña al más puro estilo
granadino, es decir, con imponentes desniveles, que hicieron clara mella en la
mayoría de los equipos. Salimos de Huétor en dirección a Monachil, pasando
cerca de las ruinas del poblado megalítico de la ribera del río (toda esta
información, y muchas otras similares, nos la transmite siempre en carrera
nuestro ilustrado jefe de filas, D. Miguel “el incombustible”, para deleite y
asombro nuestro). Allí en el pueblo, hicimos un tiro con arco cuando menos
misterioso a la par que desastroso, y tras galopar sin pausa hasta el
cementerio a por la baliza de castigo (junto a las máquinas del TriRaid),
volvimos por nuestros pasos para enfilar, ahora sí, la exigente subida a Fuente
Fría, en el Cerro de Huénes. Diferentes elecciones de ruta separaron a los dos
equipos, aunque estábamos destinados a encontrarnos más adelante.
Tras picar en Fuente Fría, y realizando una exigente bajada, nos dirigimos
a la zona del área recreativa de Los Llanos (que son de todo menos llanos, como
es de esperar). Allí nos esperaba una sección de orientación específica por
separado, es decir cada uno del equipo con un mapa diferente y con un tiempo
limitado para picar las balizas correspondientes. Ya antes de empezar el raid
sabíamos que aquí se jugaría la mayor parte de la competición, y en efecto, así
sucedió. Eran 40 minutos de máxima intensidad donde no se podía cometer ningún
fallo… y desde luego, no el peor de todos ellos, llegar tarde, porque eso
supondría despedirse de las opciones de pódium. El tiempo resultó ser bastante
apretado y los equipos sufrieron para finalizar sus recorridos a tiempo.
Nosotros picamos todas las balizas menos una, que con buen criterio dejamos al
final. Más vale que te sobren unos minutillos a que, por complicaciones varias
que siempre aparecen, llegue uno fuera de tiempo.

Nuestros máximos rivales en este finde, los chicos del TriRaid Team, no
consiguieron una baliza que valía 2 puntos (la nuestra sólo valía uno), así que
ya, simplemente con nosotros picar todas las balizas y llegando a tiempo a meta
(sin importar el ritmo de carrera), quedaríamos por delante de ellos. Menos mal
que no supimos nada de esto hasta el final de la etapa del Domingo, finalizado
el raid, pues así continuamos con una batalla heroica y memorable durante las
secciones que quedaban por venir.

La siguiente sección, cuarta y última, consistió en recorrer en bicicleta
varias de las rutas “míticas” granadinas. Subimos al Canal de la Espartera
para, desde ahí, bajar a Gójar por el Collado del Fraile, volver a subir a
Cumbres Verdes y finalmente bajar hasta Cájar. Salimos en cabeza, a muy buen
ritmo, y sólo fue en la segunda subida (Gójar – Cumbres) cuando nos alcanzaron
los TriRaid. Nuestra mala suerte fue que Luis, momentos antes, en plena bajada,
había partido su tija de sillín. Así pues, en las subidas tan exigentes que nos
esperaban, Luis no conseguía traccionar bien y nos vimos obligados a bajar el
ritmo, separándonos del otro equipo. Pero esta situación, gracias al
inconmensurable esfuerzo de Luis, no supuso un retraso muy significativo. Peor
bastante fue darnos cuenta de haber perdido la tarjeta de control al inicio de
la bajada final, dar la vuelta, subir hasta encontrarla de nuevo y reanudar el
descenso. En fin, cosas que pasan de vez en cuando, fruto de la inexperiencia…
hihihihi. El caso es que acabamos la etapa con un buen tiempo y buenas
sensaciones, finalmente a poco más de un cuarto de hora por detrás del TriRaid.
Era un hueco considerable, pero en un raid y quedando dos etapas, todo podía
pasar.

Tras comer y descansar como sólo los locales pueden hacer en estas
situaciones, nos plantamos en el Paseo del Salón para tomar la salida de la
Etapa 2, un score urbano por Granada y el Albaicín más una sección de run &
bike por el Llano de la Perdiz. Fue un score relámpago por las pobladas calles
y plazas de nuestra ciudad, pasando por lugares de enorme belleza que
insultantemente obviamos debido al endiablado ritmo que imprimimos los primeros
equipos. De nuevo, TriRaid, Where’s the Baliza y nosotros abriendo brecha hacia
la siguiente sección. De verdad que me hubiese gustado verme en la piel de
algún corredor de otra ciudad, pues seguramente la impresión de esa Alhambra
iluminada acompañándote mientras corres habría sido muy especial.
Tras algún acierto en la navegación por la Dehesa del Generalife,
conseguimos llegar al Reloj de Sol del Llano en primera posición, aunque
seguidos muy de cerca por los demás. Una rápida transición y seguimos “volando”
hacia las siguientes balizas. Pronto nos juntamos de nuevo con nuestros eternos
compañeros del TriRaid, para después volvernos a separar por diferentes
elecciones de ruta y algún que otro despiste inexplicable que también acontece
de vez en cuando (claro que el Llano no lo conocemos muy bien… hehehe). Pero
bueno, estos pequeños errores se traducen en poco tiempo perdido real, al
contrario que la fatiga física, que sí que castiga en el cronómetro al llegar a
meta. Yo personalmente me vacié casi por completo en la última parte de la
sección, teniendo que apretar los dientes y sufrir. Como en tantas otras
ocasiones, mis compañeros me echaron una mano incondicional, ayudándome a
mantener el ritmo hasta meta. Al final, ocho minutillos de retraso respecto a
TriRaid, que empezaban a marcharse en la clasificación.
Al día siguiente, casi antes de la salida del sol partimos en patines desde
la Zubia. Comenzábamos así la tercera y última etapa, nuestra última
oportunidad para reducir tiempo en la clasificación. Salimos convencidos de
ello y explotamos al máximo nuestra habilidad sobre los patines, gracias a que
la sección no fue el típico paseo monótono sin mayor interés. Por el contrario,
se trató de la sección de patines más divertida que nunca he hecho, con cuestas
arriba y abajo, pasos estrechos, escalones, zonas de tierra y otras múltiples
trampillas para sacar partido al nivel de patinaje con recursos de
supervivencia. Nos lo pasamos bomba y, a la vez, hicimos un tiempo
sorprendentemente rápido.

De aquí salimos a un trekking exigente por desniveles pero rápido por
distancia, que nos hizo pasar por las inmediaciones de la Fuente de la Bicha,
camino de los Neveros y finalmente el pueblo de Monachil. Seguíamos en primera
posición y a muy buen ritmo. En Monachil hicimos una rápida orientación de
memoria, rápel incluido, que dio paso a la puntilla final de un raid sin duda
exigente. Los que conocemos la zona, nada más ver el mapa suspiramos y pensamos
cada uno para sí mismo…”lo que se nos viene encima…”. En efecto, la sección de
MTB de final del raid se trataba, ni más ni menos, que de subir el emblemático
puerto del Purche, bien famoso por su constante pendiente y sus duras rampas.
Sin embargo, nuestra posición de primeros en la etapa y las ganas de
recortar todo el tiempo posible, nos dieron alas para “devorar” todas aquellas
endiabladas cuestas hasta el final, dando lo mejor de nosotros. Una vez picado
el control de lo alto del Purche, tocaba literalmente volar camino de los
Neveros abajo, hasta el pueblo de Huétor, donde nos esperaba una prueba de
ascensión por cuerda y la ansiada meta final. Fuimos de nuevo muy rápidos en la
navegación por el pueblo y en la prueba especial, lo que hizo posible, aunando
el esfuerzo general de toda la etapa, recortar dieciséis minutos al equipo
TriRaid en la meta Final.
Acabamos pletóricos por la etapa realizada, sin grandes fallos, con mucha
concentración y con una máxima compenetración entre nosotros. Finalmente, tras
revelarse el valor total de puntos conseguidos, comprobamos nuestra primera
posición final, lo cual endulzaba todavía más el fin de semana. Pero de todas
maneras, nos quedaremos siempre con ese duelo titánico entre los dos mejores
equipos de la competición, buenos amigos que supieron medirse con intensidad,
limpieza y siempre buen humor.

Mi más sincera enhorabuena, en primer lugar, a mis compañeros de equipo,
Rafa (asistencia eficaz sin igual), Luis y Miguel, por la excelente competición
realizada. Siempre se comenten errores, todos los tenemos, pero lo importante
es analizarlos y aprender de ellos, para seguir progresando como venimos
haciendo; para asentarnos entre los mejores. Enhorabuena también a Raúl, David
y Ángel, porque demostraron en todo momento el gran nivel que tienen y porque
dieron a este Raid ese ingrediente de competición y rivalidad que lo ha hecho
memorable. Por supuesto, felicitar a nuestras compañeras del equipo Princeton
Tec – Bryton Woman, que consiguieron una merecida victoria en su categoría y
que siguen dando caña allá donde van. Y cómo no, dar la enhorabuena a nuestros
amigos del Where´s the Baliza, Dioni, Jose y Javi, que al final ¡vaya si la encontraron!
Demostraron su fenomenal estado de forma y se mostraron intratables en la
categoría Aventura.
Finalmente, quisiera felicitar con todos los honores a la organización de
la prueba, a toda la buena gente que componen el club Altera Aventura. En especial,
por el enorme trabajo realizado y todo el tiempo dedicado, a Chema, Manu,
Juanma, Germán, Felipe, Luis, Gloria, Patri, etc. Gracias por haber organizado
de forma excelente una prueba como esta, haciéndonos a todos disfrutar y sudar
en el campo, que en definitiva es lo que nos gusta. Por supuesto que hay cosas
que se pueden mejorar, pero esas las sabéis vosotros mejor que nadie, porque
sois así. Pero tened por seguro que las cosas buenas, bien hechas y
perfectamente organizadas han superado con creces a las mejorables. De verdad, ¡ENHORABUENA
ALTERA y GRACIAS!