Mi primera participación en un Raid de estas dimensiones,
Liga Europea y 60h nonstop. Y tenía la oportunidad de hacerlo con un equipo con
amplia experiencia en esta categoría, el Camelbak Silva. Grandes expectativas e
incertidumbres se agolpaban en mi cabeza a partes iguales.
El raid empezaba oficialmente el jueves a las 21h con la etapa prólogo, pero para
entonces ya estaba hecha una parte fundamental del trabajo. Desde la noche
anterior habíamos estado haciendo la delicada distribución del material y la
comida, en cinco bolsas y cuatro cajas con bicicletas. Todo lo necesario para
las 60h de carrera debía estar allí, ya que
la ayuda externa está prohibida. Además en cada transición nos íbamos a
encontrar una combinación distinta de bolsas. En fin un buen curro en el que Mónica
aportó mucho, parece que ya había preparado alguna vez bolsas parecidas… mucha
concentración y dedicación por parte de todos, bolsas zip individuales y
debidamente identificadas, con material, ropa, comida e iluminación para cada
sección.
Los mapas para todo el raid se entregaron dos horas antes
del prólogo, en un breefing bilingüe con un ambientazo de raid internacional
guapísimo, pero en el que se evidencio que la organización tenía aquello cogido
con pinzas.
Por fin daban el bocinazo de salida, nervios, etapa corta de
relevos por parejas y allí estaba yo en cabeza, subiendo un repechaco a cuatro
patas, siguiendo Aurelio, con un tal Albert Roca junto a nosotros, al llegar a
la primera baliza unos franceses ya estaban saliendo!! por donde coño han subido
estos? a apretar!! disfruté el prólogo como un enano, hicimos un etapón de btt
nocturna, y terminamos primeros. Sabiendo que no tenía ningún sentido, aquel
calentón fue inevitable, gratificante, toda una declaración de intenciones.
Cenar, repasar material, marcar y plastificar mapas, y a
descansar….
El viernes a las siete de la mañana estábamos entregando el
material, la predicción meteorológica fallaba y no llovía, así que empezábamos
con un puertecito de 10km de patines para calentar, llegamos terceros, los
finlandeses no patinan, vuelan!! Y salimos a la s2 segundos, vaya estrés de
transición, pero hemos adelantado al equipo de Roca. En los primeros km nos
ponemos primeros, ritmo fuerte, Aure va tirando de Mónica que va resoplando,
subimos por encima de 2000m, picamos la primera baliza, y cuando parecía que
todo iba viento en popa, el GR se nos pierde en un nevero. Seguimos navegando
entre la niebla, pero nos equivocamos, marronazo con muy mal tiempo, subiendo y
bajando collados entre lagos y minas, sin visibilidad, lloviendo y pasando
mucho frio. Por un momento el raid era lo de menos, había que salir de allí
como fuera. Después de dos horas grilladísimos volvemos a la carrera. Era el
principio, quedaba mucho, pero vaya desgaste… séptimos a 1h30 de cabeza, a
remontar!.
Seguimos con una bici que se suponía rápida, pero que
resulto ser técnica y con mucho porteo. Así que, aunque el ambiente y las
sensaciones eran buenas, no llegamos a la primera salida de rafting y tenemos
que neutralizar 1h 40”. Los mejores
tiempos previstos por la organización no se cumplían ya en las primeras
secciones, iba a ser todavía más largo de lo que parecía.
A las 19h iniciamos una divertidísima bajada de Raff de 1h,
compartiendo embarcación con un equipo inglés, luego 1h50 de treking con
neoprenos y arneses en el que sufrí bastante ya que íbamos con el tiempo pegado
al culo. Llegamos al barranco anocheciendo, a 10’del cierre. Una pena no poder
disfrutarlo, salto, rapel, tobogán, cuidado con los frontales, ostión tras
ostión salimos y a seguir cargando hasta la t5. Pero no pudo ser, a pesar de
ser los más rápidos del segundo rafting, no llegamos al corte de la ferrata.
Allí perdimos los primeros puntos, pero no era tan grave.
Solo tres equipos élite habían llegado, y se perdía mucho tiempo para los puntos que
valía. A pensar en la estrategia ya que claramente no daba tiempo a hacer todas
las balizas. El siguiente corte importante era una natación que cerraba alas
22h del sábado y valía 9 puntos.
Pasamos el resto de la noche haciendo una sección de btt en
la que decidimos dejarnos un bucle con lo que nos pusimos en cabeza. Nos
faltaban puntos, pero estaba claro que no daba tiempo a hacer todo lo que
quedaba durante el día siguiente.
A las 8 de la mañana empezábamos un trekking de alta
montaña, que con un mejor tiempo previsto de 10h y 3300m d+!! era la sección
reina. Éramos los primeros en empezarla y teníamos 14h antes del corte de las
diez de la noche. En teoría íbamos sobrados, pero aquello fue un palizón. Un
recorrido espectacular rodeando todo el P.N. d’Aiguestortes, y una bajada
interminable nos llevó hasta la transición a las 21:30, genial!! no parecía que
nadie más pudiera llegar, cuando a 5’ del corte aparece el equipo de Albert
Roca. Sólo felicitarles, nos habían recortado casi una hora, vaya bestias… El
resto de equipos no habían llegado, o se habían dejado medio trekking, con lo
que éramos segundos, con bastante distancia en puntos y tiempo sobre los
franceses que nos seguían.
Tocaba nadar 700m en un rio helado y completar la
neutralización hasta las 4h de parada obligatorias. Aquella sección fue un
infierno, hipotérmicos totales conseguimos terminarla en 50min de agonía. Y
cuando fuimos a salir del agua Ángel no podía apoyar el pie. El frío había
empeorado un tobillo que traía torcido desde el trekking y lo siguiente hubiera sido ponerse los
patines.
Reunión de equipo y decidimos no seguir.
Fue una decisión dura, estando en el puesto que estábamos y
con el final tan cerca. Pero el tobillo de Ángel tenía mala pinta, y seguir seguro
que hubiera agravado la lesión. Así que allí, después de 38h de carrera,
terminaba para nosotros el Raidaran.
El balance general del Raid es más que positivo, ha sido una
experiencia enorme.
Una de mis mayores incógnitas era cómo sería la convivencia
durante tantas horas con gente que apenas conocía, y ha sido excelente.
Físicamente mis sensaciones fueron buenas en general, tuve
algo de cagalera al principio, y apenas
me dejaron tirar de Mónica en las primeras secciones. Pero a partir de
ahí estuve colaborando y sintiéndome bien. Prácticamente no me acordé del sueño,
aunque durante el segundo día la sensación es extraña, incluso tuve alguna
pequeña alucinación, pero nada de fatiga extrema, vas comiendo y bebiendo y el
cuerpo va tirando.
Solo dar las gracias al Ángel, Aurelio Y Mónica por
permitirme vivir esta aventura junto a ellos. Y a la organización por el
esfuerzo y dedicación empleados, aunque
las cosas no salgan siempre como nos gustaría.
Estoy deseando verme en una de estas con mi equipo, estoy seguro
de que los Sherpas podemos hacer un gran papel en cualquier Raid que nos
propongamos.