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Comenzamos con un score urbano muy rápido, que nos llevó por muchos de los restos romanos de la capital extremeña. Desde aquí, ya en cabeza de la prueba, montamos en las bicicletas para afrontar un tramo corto por terrenos ondulados, que nos sacaría del paisaje urbano. Las sensaciones eran muy buenas, rodando a buen ritmo y sin problemas en la orientación. En este tramo fuimos mucho tiempo con nuestros compañeros del equipo Bryton-Princeton Tec Sherpa Raid 2, hasta bien entrada la siguiente sección de trekking de orientación. La dificultad técnica en la colocación de las balizas no era grande, por lo que las diferencias se marcaban por el estado físico. Nosotros, con algunos problemas musculares, tuvimos que bajar algo el ritmo y reservar fuerzas. Quedaba mucha etaba y podían pasar muchas cosas. De hecho, en la sección larga de bici que nos llevaría de vuelta a la ciudad de Mérida, pasando por preciosos paisajes de dehesa y exigentes caminos de arena e infinitos baches, nuestros compañeros Luis y Raúl, que entonces lideraban la prueba, se toparon de frente con la mala suerte, partiendo la cadena hasta en tres ocasiones. Esta desesperante pérdida de tiempo, unida a algunos problemas físicos incipientes, les llevó a abandonar la prueba tras haber marcado el ritmo a los demás durante casi toda la etapa.
Nosotros, Miguel y Juanfra, llegamos a la última sección, la de piragua en el río Guadiana, segundos, por detrás de los chicos de Biciaventura y prácticamente de la mano de los Adventure Challenge España - Randobike, con los que compartimos casi toda la sección de bici. Remamos fuerte y sin relajaciones, lo que nos permitió distanciar a nuestros perseguidores y recortar tiempo a los sevillanos. Finalmente, llegamos a meta segundos, a tan sólo 6 minutos detras de Biciaventura, diferencia insignificante en esto de los Raids.
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Por la noche, nos desplazamos a la ciudad cercana de Calamonte, donde realizamos un score urbano + trekking a pie y una interesante sección de bicicleta, donde la dificultad técnica de algunas balizas hizo a mucha gente perder tiempo. Nosotros nos defendimos bien y luchamos hasta el final con los chicos de Sevilla, entrando a meta segundos antes que ellos y ganando la etapa.Así pues, las cosas llegaban reñidas a la última etapa. Salimos muy fuerte y con muy buenas sensaciones, pero de nuevo, el infortunio se vino a nuestro lado y, en la sección larga de bicicleta, tuvimos una avería complicada en la transmisión de una bici que nos hizo perder mucho tiempo. Por si fuera poco, un par de pinchazos nos acabaron de romper el ritmo. No quisimos desesperar, seguimos apretando y haciéndolo lo mejor posible, sabiendo que si conseguíamos entrar en meta con todos los controles picados (y sin pasarnos de la hora límite...), conseguiríamos un podium seguro. Pero en esto de las carreras de aventura, donde la estrategia y la atención a múltiples detalles juegan un papel principal, las prisas y la ansiedad no son buenas consejeras. Así, en el último score urbano antes de llegar a meta, cuando faltaban escasos minutos para finalizar todo un fin de semana de esfuerzo, se nos pasó inexplicablemente un control en el plano. No lo vimos, no supimos darnos cuenta de que nos faltaba uno... y esto en una carrera por puntos como esta significa una penalización muy dura.
Quinto puesto final de nuestro equipo, el Princeton-Tec Bryton Sherpa Raid , que nos sabe a poco después de lo que habíamos demostrado en el campo, pero que nos ha enseñado muchas cosas para futuras andanzas. Si un equipo es capaz de relativizar el tiempo que se pierde tanto en reparaciones como desviaciones de ruta, y además dispone de la tranquilidad necesaria para mirar y repasar minuciosamente tanto el mapa como la descripción de controles, ese equipo tiene mucho ganado. En ocasiones, lo tiene todo ganado.
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